No hubo tormenta, el campo de batalla no se convirtió en un lodazal, y de todos aquellos que vieron el espectáculo, solo los que tengan la mirada sucia encontraran algo alejado de un combate limpio y duro.
Apenas arranco la batalla, los guardias del campamento blaugrana, con Valdés a la cabeza, se hicieron un lio, recordaría Guardiola, en una declaración ejemplar, que él siempre le ha pedido a Valdés, que luche pensando que es el primer atacante, más que el ultimo defensor, eso excusa un poco esos errores, que a veces tiene y que en otras ocasiones costaron batallas.
No fue este el caso, la vieja guardia acudió al rescate, Puyol y Abidal asentaron las defensas, Xavi esbozo sobre el barro algunas emboscadas. ¿Qué ocurrió? Pues que Iniesta y Alves, secundaron los planes de Xavi, que Busquets y Pique, se dejaron guiar por los veteranos y cerraron el campamento a cal y canto, que Di María, cabalgo lejos de las zonas de peligro, que Cristiano creyó que debía ser Aquiles y no supo ver, que hoy más que nunca, los caballeros del Bernabéu necesitaban un Ulises.
Ulises fue, una vez más, esa pareja formada por Xavi e Iniesta, juntos lanzaron el equipo, al frente, Cesc, Alexis y Messi conquistaron la plaza, Pepe, una vez más estuvo falto de temple, Ramos, me dejo pensando que si en defensa hubiese 3 como él, otro gallo cantaría. Marcelo, deseaba salir a batallar extramuros, pero no hubo manera, Guardiola ordenó a Alves, desafiarle a un duelo particular, y Dani, estuvo siempre luchando dentro del castillo blanco.
Pese al susto inicial, el Barcelona siguió las instrucciones de Xavi y Guardiola, aun pese al riesgo, Alves, dejo la guardia del campamento, reducida a 5 hombres, y fue uno más en el ataque.
En uno de los asaltos, aun en el primer tramo de batalla, y tras el certero ataque de Benzema, ocurrido nada más empezar el combate, Messi logro demostrar que es un fino duelista, como Harvey Keitel, en aquella legendaria película de Ridley Scott, pero al contrario que otros genios, y al contrario que el mismo en otras ocasiones, Messi se desprendió de la pelota en el momento justo, para ponerla en los pies de un combativo Alexis, este desafío a cuantos le salieron al paso, y abrió brecha en las líneas enemigas, ante un frustrado Iker Casillas.
El Real, sufrió un mazazo en este partido, ellos habían dado el primer golpe, y el Barcelona, se había rehecho.
El primer tramo de combate, finalizo con los guardias blancos protegiendo el rastrillo, apilando cadáveres como escudos, y combatiendo en espacios abiertos que no les interesaban.
Guardiola y Mourinho ordenaron replegarse a sus huestes, mas a disgusto el primer o que el segundo, porque, uno necesitaba aliento, y el otro, que su enemigo no pudiese recobrarlo.
A la vuelta al campo de batalla, no tardó la Diosa Fortuna en responder a los osados, las huestes blaugranas mantuvieron su apuesta, y asaltaron la fortaleza, Xavi lanzó un ataque, pensaba que no llegaría muy lejos, pero Marcelo, no estuvo acertado e Iker, no pudo impedir que las defensas fuesen nuevamente castigadas.
Pese al espíritu combativo que les caracteriza desde siempre, los defensores de la plaza, estaban visiblemente afectados por el derrotero de la batalla. Cristiano, se había salido del partido, tiempo atrás, Benzema, necesitaba socios en ataque, nadie escuchaba las órdenes de Xabi, Khedira y Lass, respondían con torpes golpes a las flechas lanzadas por los asaltantes, y Di María, había matado 3 caballos, en sus incursiones.
Guardiola sonrió, y arengo desde la puerta del campamento a sus hombres, un asalto más, y tomaremos la plaza.
Alves, una vez más percutió con su caballo se desboco siguiendo la estela trazada por Messi, Pepe y demás defensores se replegaron, pero Cesc, en unas circunstancias poco propicias logro imponerse, derribo a Casillas, y lanzo a Mourinho y Xabi Alonso, muro abajo, haciéndose con la torre del homenaje. Alexis, combativo como el que más, había conquistado el rastrillo, y todos los asaltantes blaugranas, colgaron sus pendones de los muros y las torres, una vez más, en el Bernabéu, los culés habían prevalecido.
Han ganado una batalla, veremos si la guerra les es favorable.
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