Que me perdone Dan Carter, si es que me equivoco, que se puede discutir.
Johnny Wilkinson, nació en 1979, 4 años después que otro deportista de elite ingles, con el que pronto surgieron las comparaciones.
Había, objetivamente motivos para ello, Wilko, era guapo, al igual que David Beckham, destacaba por su excelente golpeo de balón, al igual que David Beckham, tenía una actitud, en el caso de Wilkinson dentro y fuera, en el caso de Beckham dentro del campo, intachable, con una entrega y un compromiso con el trabajo, que hacía impensable que su pie fuese un diamante para su equipo, jugándose el tipo en cada placaje.
Creció y se hizo un nombre, teniendo un poco al por aquel entonces jugador del Manchester como eterno referente. Los motivos ya han sido citados, pero debería acordarse la gente que Wilkinson jugaba al rugby, y allí todo es mucho más difícil, sucio y divertido.
Se hace profesional con 18 años, se va a los Newcastle Falcons, a una ciudad con fama de fría y húmeda, en una isla con fama de fría y húmeda.
Pocos sitios hay en el mundo donde el rugby te exija tanto, esos entrenamientos bajo la lluvia con poco o sol, con un frio atroz que te invite a machacarte en las abiertas para combatir la helada…..
Poco a poco el hoy legendario apertura se va haciendo un nombre, aun en 1997, se va de gira con la sub 18 inglesa, recorriendo Australia y anotando pese a su juventud, 94 puntos en 5 partidos.
Sus comienzos fueron como primer centro, ese jugador en rugby, que sirve de apoyo al apertura, que acostumbra a placar delanteros, y a enfrentarse con los jugadores más grandes del rival sin ser el más apto para ello. Quizá, tanto no lo conozco, de ahí venga su fenomenal placaje, quizá por eso recordaremos a Wilko, no solo por sus patadas, sino también, por su extraordinario placaje, que complementaba, una actitud defensiva intachable.
Debuta con el quince de la rosa en 1998, aún no había cumplido 19 años, el mes, abril, el rival, Irlanda, el torneo de las 5 naciones. Se convertía en el debutante más joven con la selección inglesa de rugby.
Sus comienzos no fueron fáciles, participo en la gira del infierno, las selecciones de rugby más potentes tienen la costumbre hacer giras en las que visitan a los mejores equipos del otro lado del mundo, con los que solo se enfrentarían de otra forma en copas del mundo.
En aquella gira de 1998, los ingleses sufrieron severos correctivos frente a Australia (que ganaría el mundial al año siguiente) y Nueva Zelanda (que sería semifinalista)
Por otra parte, otro gran nombre de Inglaterra y de los Falcons, Rob Andrew, le deja el puesto de apertura en el equipo, al retirarse, para pasar a ser entrenador del equipo.
Llega 1999, hay torneo de las 5 naciones y copa del mundo.
Solo cuenta con 20 años, pero en aquel 5 naciones (el último en el que se impuso Escocia y el ultimo 5 naciones, pues al año siguiente se incorporaría Italia) jugo todos los partidos de titular llevando la manija del equipo.
En su debut en la copa del mundo no le tiembla el pulso y lidera a los ingleses en su victoria sobre Italia, sin embargo ese mundial acabara como suplente, en una decisión discutida, que con el tiempo se hará aún más difícil de entender.
Pero la vida sigue, y nuestro protagonista gana su primer torneo con Inglaterra, el primer seis naciones de la historia, aunque pierde el Gran Slam (este se conquista al ganar todos los partidos) y la copa Calcuta (que disputan únicamente las selecciones de Escocia e Inglaterra) en el decisivo duelo frente al quince del cardo.
En 2001, repite título, aunque el Grand Slam se escapa de nuevo, por otra parte, los British Lions (un combinado de los mejores jugadores británicos) le situan como primer pateador, al estar Neil Jenkins castigado por las lesiones. En la gira por Australia, los Lions se imponen en Brisbane a Australia, vigente campeona del mundo por 29-13 con 9 puntos de Wilkinson.
Su segundo partido en aquella significativa gira, mostro otra de las caras de Wilkinson, tras un partido discutible (para un jugador de su talento) sufrió una lesión en la pierna, y aunque se temió que fuese algo grave, pudo recuperarse para el último partido de la gira.
En el, Wilkinson demostró cómo se debe responder a las adversidades, anotando un ensayo y sumando un total de 18 puntos para los Lions.
En 2002, Francia se impone a Inglaterra en el seis naciones, los franceses conquistan además el Grand Slam. Wilkinson aceptaría el reto.
Llega 2003, presten atención, en el primer partido del seis naciones, Inglaterra, se impone en casa a Francia, y empieza una andadura que le llevara más lejos que nunca. Victoria ante Gales, victoria ante Italia, en la que Wilkinson, ante la ausencia de Martin Johnson estrena capitanía, victoria ante Escocia, último partido ante Irlanda, que jugara en casa, no solo se gana en uno de los campos más hostiles con el 15 de la rosa, sino que se le da una paliza a los irlandeses.
Llega la copa del mundo, Inglaterra va dispuesta a desafiar con Wilkinson como líder a las selecciones del hemisferio sur, a Australia, bicampeona, Nueva Zelanda y Sudáfrica que ya tienen un entorchado.
Wilkinson hace todo lo necesario para ganar, un torneo con un excelente nivel defensivo, con una acertada conducción del juego en la línea y con unas precisión en la patada , un torneo perfecto, vamos, se ve coronado por ese drop de leyenda frente a Australia en la prórroga, en el que Wilkinson pone patas arriba, no solo dos países, sino todo un planeta, y la historia reciente del rugby.
Aun hoy, nadie ha logrado, al margen de nuestro protagonista, liderar una selección del norte hasta la victoria en la copa del mundo de rugby.
Y es que aunque Havana o Lomu, hicieran historia con sus potentes carreras en la copa del mundo, ningún jugador ha liderado tan indiscutiblemente a un equipo como Wilkinson.
Desde entonces, una carrera de luces, en el campo, y sombras en las consultas de los médicos, los problemas físicos han lastrado una carrera, que pese a ello es de leyenda, y que incluye un subcampeonato del mundo en 2007, donde solo Sudáfrica les impidió revalidar el título.
91 partidos internacionales con la camisa blanca, 1179 puntos después para el quince de la rosa, Wilko nos dice adiós, y con él se va el gran referente ingles de los últimos 10 años.
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