sábado, 31 de diciembre de 2011

Maneras de competir


Este artículo, nace de las ideas propias, y de las cosechadas en un excelente articulo de Marca aparecido recientemente.
El rugby, es un deporte en el que,  limitado por un estricto y sagrado reglamento, 30 jugadores se disputan un balón ovalado.
Todos los deportes permiten, ciertas  actitudes a la hora de practicarlos.
Nadal por ejemplo sería el equivalente al Real Madrid en el tenis,.
El estilo de ambos es rocoso, fiable, concede pocas oportunidades al rival, y si bien tiene mucha técnica, y calidad, en general, brilla por encima de todo, su físico, su actitud de obrero, su capacidad para soportar la presión y asfixiar al rival, su voluntad superior en apariencia a todas las demás.
El equivalente a eso, en rugby es difícil de encontrar, o mejor dicho, de asignar. Inglaterra, por encima de todas, salvo de Escocia quizá, guarda la esencia del rugby.
¿Qué esencia?
El rugby empezó siendo un deporte en el que el físico se podía imponer al talento. Los delanteros, hacían la diferencia.
La delantera, mediante fases estáticas y dinámicas, marcaba el ritmo de juego, la línea, los ¾ se limitaban a asistir a la delantera y a defender con uñas y dientes pocas ocasiones para brillar en un juego mucho mas embarullado de lo que es hoy en día.
Eso daba vida a un juego con pocos espacios, con mucha agresividad, con partidos a cara de perro en el que los paquetes de delanteros se enfrentaban una y otra vez en cada balón dividido, sangre sudor y lagrimas, solo los MUY buenos, podían lucir cualidades en esas condiciones, era rugby de trincheras, en el que solo un genio táctico o un intrépido jinete podía romper el frente con un movimiento de maestro.
Inglaterra tiene fama, bien merecida de tener una delantera portentosa, machacona, disciplinada, potente, temible en melé, eficaz en touch, dinámica en el moul, agresiva en la abierta.
La calidad, para los ingleses es un artículo de lujo, el mundial que conquistaron, se empezó a ganar en aquel juego de fases  de delantera (es decir, balón al paquete de atacantes, que apoyan al receptor para formar un nuevo agrupamiento del que se sale repitiendo la jugada desgastando al paquete de delanteros rival, que salvo error de los atacantes, esta a verlas venir) y Wilkinson, impuso su enorme calidad aprovechando los huecos que le daban los chicos de la melé.
Por ello quizá Inglaterra podría ser considerada como el Real Madrid del rugby, su juego no es feo, en absoluto, simplemente, el esfuerzo y la disciplina, son mas importantes que la técnica o la belleza plástica de las jugadas, pero admitámoslo, hay algo poético en la entrega hasta la extenuación, no es tan bohemia, pero es a su manera muy atractiva.
Francia en rugby seria Federer de tenis o el Barcelona de futbol.
Que calidad, que talento, que vistoso, que irrepetible.
 Por algo al estilo de juego francés se le llama Rugby Champagne, la delantera gana al balón y el medio melé y el apertura enlazan dando el balón a la línea donde se ve un movimiento continuo e imparable del oval, que hace que el juego sea cosa de todo el equipo. Este estilo tuvo su máximo exponente en aquella Francia de los ochenta sub campeona del mundo con Sella y Blanco.
Pero las carencias están ahí, le cuesta mucho más ser disciplinado al genio nacido para crear, le falla el físico,  y su planteamiento no siempre ha sido efectivo, arriesgar es peligroso.
Si le aprietas, si le trabas el juego, si le exiges físicamente, sufre.
El futbol ha tendido a primar los planteamientos conservadores, el rugby en cambio ha dado alas a los valientes. Gales y Francia han dominado el seis naciones en los últimos años, y son las selecciones europeas mas atrevidas (aunque Francia ha traicionado un poco ese concepto)
Gales, se acerca mucho a la escuela del rugby champagne, para muchos el mejor jugador de la historia del rugby es Galés, Gareth Edwards,  Blanco pudo exhibir su rugby en un mundial, Edwards no tuvo esa suerte, pero todos los que lo vieron, describen a la selección galesa de rugby de los 70 como uno de los mejores equipos de la historia.
Escocia, como ya he dicho juega a la Inglesa, mucho oficio pocos riesgos, pese a todo, su fórmula, parece agotada. Aunque hay mimbres, no termina de dar con una hornada que dignifique a los herederos de jugadores como Gavin Hastings, históricos del rugby que llevaron al quince del cardo a lo mas alto.
Irlanda vivió años y años alejada del estilo de Gales y Francia, pero su selección y sus equipos, se acercan a pasos agigantados al estilo del quince del gallo, alejándose de ese rugby rocoso de paquete de delanteros gobernándolo todo.
En el sur, hay 4 selecciones muy a tener en cuenta, Argentina y Sudáfrica tienen un intenso parentesco con Europa.
Sudáfrica juega el 3 naciones desde hace 20 años casi, pero su estilo es opuesto a los equipos de Oceanía, al igual que estos dispone de una superioridad física abismal frente a los Europeos, pero, los springboks, apuestan por una delantera rocosa, temible, con terceras agresivos, y pilieres con mucho oficio. Su juego prefiere reducir los espacios a abrirlos.
Argentina, se desenvuelve muy bien en campo abierto, pero saben que la mejor manera de superar a sus poderosos vecinos es obligarles a bajar la cabeza. Su estilo se acerca más al rugby conservador  europeo, que al audaz ideario de Oceanía.
Australia y Nueva Zelanda ofrecen en cambio un verdadero espectáculo, quince tipos, atacando presionando y abriendo espacios todo el partido, ambas selecciones tienen tal capacidad atlética que pueden desarmar a cualquier delantera Europea, Nueva Zelanda es famosa por hacer una fase tras otra con sus delanteros con facilidad.
Pero donde se sienten cómodos los Wallabies y los All Blacks, es en el juego al espacio, en acudir como un tsunami al encuentro del rival moviendo el balón por toda la línea hasta llegar a unos alas enormes e imparables.
De los siete mundiales de rugby disputados, Europa ha cosechado uno, y el hemisferio sur 6.
Desde el punto de vista estilístico. Sudáfrica e Inglaterra, paladines de cierto estilo conservador han ganado 3 copas. Australia y Nueva Zelanda, por el contrario han ganado 4 finales, y es que su enorme atrevimiento se apoya sólidamente en una cultura rugbylistica inimitable. Solo Gales, podría tener la pasión que muestran los oceánicos por el rugby. Allí jugar al rugby lo es todo, no hay ningún deporte en todo el mundo con tal trascendencia cultural. En Brasil aman al futbol, pero dan grandes baloncestistas,  y destacan en otros deportes. En Nueva Zelanda los niños cogen el balón de rugby con fascinación y muy pocos años, y aprenden con él, desde edades impropias en Europa, y son cientos, miles, los niños que con 5 o 6 años ya dan sus primeros pases.
En el ultimo mundial, pese que falto algo más de espectáculo, disfrutamos de dos selecciones prometedoras.
Gales, joven y dinámica, digna de su historia y su camiseta, llego a semifinales, excelente noticia para un equipo que venía a aprender y que ha demostrado tener maneras, competir por el seis naciones, será una obligación si todo va bien.
Australia, tan joven y dinámica como Gales fue derrotada en semifinales también, allí Nueva Zelanda impuso su delantera, los Wallabies, tienen muchos mimbres, pero su paquete de delanteros tendrá que progresar mucho para poder competir de verdad con una Nueva Zelanda muy superior ahora mismo.
Los All Blacks, tienen condiciones para dominar el  rugby internacional en los próximos años. Pero, después de todo ¿no las han tenido siempre?

viernes, 23 de diciembre de 2011

Contra la leyenda negra de la selección (I)


Mi primer recuerdo de la selección es la medalla de oro de Barcelona 92, pero la realidad es que he pasado la mayor parte de mi vida oyendo ese runrún de la incapacidad de nuestro equipo nacional de fútbol para competir en las grandes citas.
Tenemos la idea de que somos los únicos con grandes generaciones que no han ganado nada, olvidamos que Kopa, Fontaine, Cantona, Ginola o Papin fueron incapaces de ganar nada para Francia. 
Olvidamos también que Italia, nuestra envidiada Italia paso 30 años sin ganar nada a nivel de selección, y luego otros 38.
Brasil ha visto pasar a Zico o Sócrates, Argentina “solo” le ha brindado una copa América y dos títulos olímpicos a la generación post Maradona.
Inglaterra, pese a Gascoigne, Scholes, Gerrard, Beckham, Lineker, Keegan, Lampard u  Owen, lleva 45 años sin conquistar un mísero título.
Holanda, la legendaria Holanda, vió como Neeskens Krol Rensenbrink y Cruyff se quedaban sin glorias con la Orange. 
Después Bergkamp, Kluivert, Cocu, Seedorf, Davids, Van Nilstelrooy y cia no han podido reverdecer viejos laureles.
Nuestros vecinos Portugueses han tenido a Eusebio, Futre, Figo o Rui Costa, y tienen ahora a Cristiano o Nanni, pero no han conseguido ningún título.
La única selección eternamente competitiva es Alemania, capaz de ganar o de llegar a finales periódicamente y en algunos casos con grupos aparentemente poco capacitados.
Pretendo, hacer una crítica fría, a ese complejo de inferioridad que ha acompañado siempre a la selección en la alta competición futbolística, y que el mundial y la euro nos deberían permitir dinamitar, de una vez por todas.
España acude al mundial de 1994 tras una difícil fase clasificatoria, en la que se enfrentó a una Dinamarca que venía de ganar la Euro, y que contaba con los hermanos Laudrup y Schmeichel como referentes.
Clemente había sustituido a Vicente Miera como seleccionador, el de Baracaldo había llevado al Español de Barcelona a la final de la UEFA unos años antes, y a principios de la década de los ochenta había ganado sendas ligas con el Athletic de Bilbao.
En la fase de grupos nos enfrentaríamos con Alemania, vigente campeona del mundo, Bolivia y Corea del Sur.
La lista de Clemente no deja demasiadas polémicas, la quinta del Buitre, ya entrada en años, desaparece totalmente.  Para la portería todo esta claro, Clemente descarta a Buyo, y confía en Zubizarreta Lopetegui y un Cañizares que se lucio en su decisivo debut contra Dinamarca.
En defensa, los carriles parecen tener a Sergi y Ferrer por dueños, Otero es el otro lateral puro.
Para el eje se confía en Abelardo, Hierro, Nadal, Voro, Camarasa, y Alkorta, una nomina amplia, pero comprensible, teniendo en cuenta que Clemente no hacía ascos a las defensas de 5 y que no había un lateral derecho suplente.
El medio campo contaba  con jugadores de mucha llegada en el centro como Caminero, Bakero, Guerrero o Amor.
Guardiola no terminaba de conjuntar con el estilo del equipo.
Goicoechea era un todo campista que se sentía más cómodo jugando en banda, y que tenía llegada y capacidad de trabajo, un perfil parecido al de Luis Enrique.
 Felipe y Beguiristain eran los otros jugadores de banda.
Para el ataque, Salinas y Juanele, no había mucho que rascar, los viejos rockeros (Butragueño el primero) no estaban para un mundial y los incipientes Alfonso y Kiko aun estaban algo verdes.
Viendo esta selección, se comprueba que había una portería fiable.
Una línea de zagueros consistente y un centro del campo bien balanceado.
La presencia de muchos centrocampistas de llegada, pretendía pero no lograría cubrir las carencias en la delantera, carencias que probablemente marcaron la diferencia, Salinas, estuvo muy solo en punta, sin otra alternativa si no le salían las cosas de cara.
Aun así, logramos empatar contra los campeones del mundo, un nuevo empate contra Corea,  y la clara victoria contra Bolivia nos metían en octavos, allí eliminábamos con autoridad a Suiza.
En cuartos nos esperaba Italia, nuestro verdugo.
¿Qué tenía Italia?
Bajo palos a Pagliuca un portero, como mínimo tan bueno como Zubizarreta, en el centro de la zaga a Costacurta y Baresi, un tándem de centrales igual o mejor que el nuestro, en el carril izquierdo al mejor lateral del momento con Branco, Paolo Maldini. Albertini y Dino Baggio en medio campo y sobre todo, al mejor  futbolista italiano de los últimos 30 años, Roberto Baggio en ataque.
España vendió cara su piel como atestigua el 2-1 final. Nos hemos quedado con la agresión (porque Tassotti puede decir que no lo vió pero las imágenes son bastante claras) a Luis Enrique, pero aquella selección Española, no era superior a Italia, y en el mejor de los casos era ligeramente inferior.
En aquel mundial se pude decir que cumplimos con nota, no hubo ningún resultado del que avergonzarse, la victoria frente a Suiza tuvo mérito y el empate ante Alemania fue decoroso, al igual que la derrota ante una Italia, simple y llanamente superior.

martes, 20 de diciembre de 2011

El primer mundial de rugby.


Llevaba años gestándose la idea, la tradición anual  del 5 naciones no debía ser excusa para lanzar una competición mundial de rugby.
Nueva Zelanda y Australia, eran las primeras interesadas, con Sudáfrica marginada por el Apartheid, los equipos de Oceanía, tenían que recorrer medio mundo para enfrentarse a otras selecciones punteras.
En consecuencia fueron estas las que lideraron la ofensiva para celebrar el primer mundial de rugby, y finalmente en 1987, con sede conjunta de ambos países, se celebraba la primera copa del mundo de rugby.
16 selecciones acudieron al evento.
Inglaterra, Francia, Gales, Irlanda, Escocia, Australia y Nueva Zelanda como miembros de la IRB, acudieron directamente.
Nueve selecciones mas fueron invitadas, Argentina, Zimbabue,  Italia, Rumania, Japón, Estados Unidos, Fiji, Tonga y Canadá.
Las anfitrionas se postulaban como las principales favoritas, Australia contaba con el liderazgo de David Campese, legendario zaguero o ala, y el apertura Michael Lynagh.
Nueva Zelanda contaba con los alas Grant Fox y John Kirwan, el eficaz flanker Alan Whetton.
Del resto de favoritas destacaba por encima de todas Francia, acudía el quince del gallo con  Serge Blanco, legendario zaguero francés considerado el mejor jugador de la historia del quince francés.
Le secundaban Guy Laporte y Philippe Sella.
Aquel equipo popularizo el termino rugby Champagne, para referirse a su estilo de juego, festivo, vistoso y efectivo, pleno de talento y capaz de superar a cualquier rival.
Escocia acudía con Gavin Hastings que a sus 25 años apenas comenzaba a labrar una larga carrera con el quince del cardo.
Inglaterra acudía con el joven ¾  Rori Underwood, el ala de explosión tardía  Mike Harrison, el zaguero Jonathan Webb.
Irlanda presentaba un equipo solido en el que brillaba el centro Mike Kiernan y el medio melé Mike Bradley.
Gales, venían de serlo todo en el rugby, de la mano del cuasi legendario Gareth Edwards en los setenta, los ochenta fueron una década buena para los dragones,  algo natural con ¾ como Paul Thorburn, Ieuan Evans o Jonathan Davies
Por ultimo Argentina presentaba al legendario Hugo Porta como líder.
Fue un mundial en el que las grandes potencias se impusieron a las invitadas sin mayor dificultad, en el grupo A, australianos e ingleses pasaron como primero y segundo, sin mayor dificultad, dejando a Japón y Estados Unidos en el camino con contundentes victorias.
En el B, Gales se impuso en la primera jornada a Irlanda, consiguiendo en la practica el primer puesto del grupo, la victoria fue apretada, pero los dragones no fallaron y superaron posteriormente a Canadá y Tonga. Irlanda en efecto fue segunda.
El grupo C, podía tener cierto interés, Nueva Zelanda, Argentina, Italia y Fiji, un primer clasificado seguro y un segundo puesto que se podía discutir.
Nueva Zelanda ganó sus 3 partidos, el único que le costó cierto sufrimiento fue el de Argentina.
FIji superó en la primera jornada a Argentina.
Argentina en la segunda a Italia
Italia en la tercera a Fiji.
El quince maorí pasaba a cuartos.
Francia y Escocia no tuvieron ningún problema en superar a Rumania y Zimbabue.
En cuartos se enfrentaron:
Nueva Zelanda que aplasto a Escocia con su juego físico, que agoto a la potente selección Escocesa.
Gales que supero a Inglaterra constatando que las glorias del pasado aun daban réditos.
Francia desarbolo a Fiji en un duelo vistoso en el que los franceses ganaron  sin aspavientos pero con cierta comodidad.
Australia a unos combativos irlandeses que vendieron muy cara su piel.
Las semifinales enfrentaron a Nueva Zelanda con Gales, nueva paliza de los All Blacks que en cada paso hacían evidente se superioridad sobre los rivales.
Francia superaba a la anfitriona Australiana en un duelo épico en el que el rugby Champagne logro imponerse al talento Australiano.
Gales lograba el bronce sorprendiendo a Australia, en la gran final Nueva Zelanda volvió a dejar poco que debatir, embarro la botella de champagne, y el talento francés no logro imponerse a la formidable maquinaria Neo zelandesa.
El primer mundial de rugby había sido un éxito relativo, jugarse en Nueva Zelanda y Australia evito un seguimiento masivo desde Europa, pero las cifras aunque discretas demostraban que el evento tenía interés.

jueves, 15 de diciembre de 2011

El asunto Marc Gasol


Vaya losa de apellido, pocos jugadores de baloncesto habrán tenido que soportar tantas cosas como Marc.
Su hermano Pau, 5 años mayor que el, salto a la fama con apenas 20 años, haciendo una temporada memorable con el Barcelona, con 21 se las compuso a las mil maravillas en el Eurobasket de Turquía.
Marc, ha ido mas despacio, se fogueo en una universidad americana, en una ciudad en la que su hermano, alcanzo el estatus de leyenda con 24 años.
Su físico no tenía nada que ver con el de Pau, era mas al estilo americano, frente a los bailarines europeos, Marc era un genuino pívot de la NBA.
Eso hizo que algunos lumbreras, por emplear una expresión poco rencorosa, le augurasen poco futuro en la NBA, si Marc fuese una mala persona, cosa que obviamente no es, les habría recordado en algún momento de su carrera.
Hubo otras bocas grandes que cuando Pepu le convoco para la selección en 2006, dijeron que lo hacia porque era el hermanísimo, como si no hubiese hecho nada, como si no hubiese allí un jugador digno de ser seleccionado.
Marc respondió al a confianza de Pepu, neutralizando a Baby Shaq, el fornido pívot griego, que había dado dolor de cabeza a los pívots americanos. Aquella legendaria final de Japón, se sustento en la explosión de un jugador que era el de menor protagonismo de la selección hasta aquel momento, cuando a Marc lo llamaron al frente, estaba listo, no solo para luchar sino para ser un HEROE.
Akasvayu Girona fue su destino tras no valorar Ivanovic a aquel jugador. Para mi Dusko, siempre será, aquel chico listo que no supo ver el diamante que tenía. Al menos fue honesto, y Marc creció y creció en Girona, donde se gano el draft.
Otra vez a sufrir por ser el hermano de quien era, Marc, llego a Memphis para cubrir la ausencia de su hermano, pero el mediano de los Gasol no se volvió loco, trabajo, a su manera, rocoso, contundente, imparable, y muchísimo mas técnico de lo que la gente cree al verlo por primera vez. Ahora, Memphis es un equipo respetado en la NBA, ahí están Mayo o Gay para lucir palmito y jugarse cada pelota como si fuesen los genios del equipo.
Pero la renovación de Marc deja a las claras que las piedras angulares de este equipo están en el juego interior. Con pocos balones Marc hace una buena media de puntos, domina la pintura hasta el punto de alejar a la mayoría de los pívots de ella,  y este año en el Eurobasket demostró que si le dejan alejarse al perímetro tiene una buena mecánica de tiro.
Marc ha ido creciendo, cocinándose lentamente, jamás ha escuchado a los que le criticaban por todo, y tampoco ha prestado atención a los que le ponían por las nubes, el solo ha ido dando un paso tras otro, convirtiéndose en uno de los mejores pívots del mundo, en un jugador distinto a su hermano,  en un líder silencioso, un compañero querido por todos, y uno de esos jugadores que te pueden ganar un partido, pero siempre estarán dispuestos a hacer lo que mas convenga al equipo.
Brindo por Marc, un ejemplo que ha crecido a la sombra de otro ejemplo, lo cual, Pau, perdóname, es doblemente difícil.

martes, 13 de diciembre de 2011

La despedida del mejor pie de la historia.


Que me perdone Dan Carter, si es que me equivoco, que se puede discutir.
Johnny Wilkinson, nació en 1979, 4 años después que otro deportista de elite ingles, con el que pronto surgieron las comparaciones.
Había, objetivamente motivos para ello, Wilko, era guapo, al igual que David Beckham, destacaba por su excelente golpeo de balón, al igual que David Beckham, tenía una actitud, en el caso de Wilkinson dentro y fuera, en el caso de Beckham dentro del campo, intachable, con una entrega y un compromiso con el trabajo, que hacía impensable que su pie fuese un diamante para su equipo, jugándose el tipo en cada placaje.
Creció y se hizo un nombre, teniendo un poco al por aquel entonces jugador del Manchester como eterno referente. Los motivos ya han sido citados, pero debería acordarse la gente que Wilkinson jugaba al rugby, y allí todo es mucho más difícil, sucio y divertido.
Se hace profesional con 18 años, se va a los Newcastle Falcons, a una ciudad con fama de fría y húmeda, en una isla con fama de fría y húmeda.
Pocos sitios hay en el mundo donde el rugby te exija tanto, esos entrenamientos bajo la lluvia con poco o sol, con un frio atroz que te invite a machacarte en las abiertas para combatir la helada…..
Poco a poco el hoy legendario apertura se va haciendo un nombre, aun en 1997, se va de gira con la sub 18 inglesa, recorriendo Australia y anotando pese a su juventud, 94 puntos en 5 partidos.
Sus comienzos fueron como primer centro, ese jugador en rugby, que sirve de apoyo al apertura, que acostumbra a placar delanteros, y a enfrentarse con los jugadores más grandes del rival sin ser el más apto para ello. Quizá, tanto no lo conozco, de ahí venga su fenomenal placaje, quizá por eso recordaremos a Wilko, no solo por sus patadas, sino también, por su extraordinario placaje, que complementaba, una actitud defensiva intachable.
Debuta con el quince de la rosa en 1998, aún no había cumplido 19 años, el mes, abril, el rival, Irlanda, el torneo de las 5 naciones. Se convertía en el debutante más joven con la selección inglesa de rugby.
Sus comienzos no fueron fáciles, participo en la gira del infierno, las selecciones de rugby más potentes tienen la costumbre hacer giras en las que visitan a los mejores equipos del otro lado del mundo, con los que solo se enfrentarían de otra forma en copas del mundo.
En aquella gira de 1998, los ingleses sufrieron severos correctivos frente a Australia (que ganaría el mundial al año siguiente) y Nueva Zelanda (que sería semifinalista)
Por otra parte, otro gran nombre de Inglaterra y de los Falcons, Rob Andrew, le deja el puesto de apertura en el equipo, al retirarse, para pasar a ser entrenador del equipo.
Llega 1999, hay torneo de las 5 naciones y copa del mundo.
Solo cuenta con 20 años, pero en aquel 5 naciones (el último en el que se impuso Escocia y el ultimo 5 naciones, pues al año siguiente se incorporaría Italia) jugo todos los partidos de titular llevando la manija del equipo.
En su debut en la copa del mundo no le tiembla el pulso y lidera a los ingleses en su victoria sobre Italia, sin embargo ese mundial acabara como suplente, en una decisión discutida, que con el tiempo se hará aún más difícil de entender.
Pero la vida sigue, y nuestro protagonista gana su primer torneo con Inglaterra, el primer seis naciones  de la historia, aunque pierde el Gran Slam (este se conquista al ganar todos los partidos) y la copa Calcuta (que disputan únicamente las selecciones de Escocia e Inglaterra) en el decisivo duelo frente al quince del cardo.
En 2001, repite título, aunque el Grand Slam se escapa de nuevo, por otra parte, los British Lions (un combinado de los mejores jugadores británicos) le situan como primer pateador, al estar Neil Jenkins castigado por las lesiones. En la gira por Australia, los Lions se imponen en Brisbane a Australia, vigente campeona del mundo por 29-13 con 9 puntos de Wilkinson.
Su segundo partido en aquella significativa gira, mostro otra de las caras de Wilkinson, tras un partido discutible (para un jugador de su talento) sufrió una lesión en la pierna, y aunque se temió que fuese algo grave, pudo recuperarse para el último partido de la gira.
En el, Wilkinson demostró cómo se debe responder a las adversidades, anotando un ensayo y sumando un total de 18 puntos para los Lions.
En 2002, Francia se impone a Inglaterra en el seis naciones, los franceses conquistan además el Grand Slam. Wilkinson aceptaría el reto.
Llega 2003, presten atención, en el primer partido del seis naciones, Inglaterra, se impone en casa a Francia, y empieza una andadura que le llevara más lejos que nunca. Victoria ante Gales, victoria ante Italia, en la que Wilkinson, ante la ausencia de Martin Johnson estrena capitanía, victoria ante Escocia, último partido ante Irlanda, que jugara en casa, no solo se gana en uno de los campos más hostiles con el 15 de la rosa, sino que se le da una paliza a los irlandeses.
Llega la copa del mundo, Inglaterra va dispuesta a desafiar con Wilkinson como líder a las selecciones del hemisferio sur, a Australia, bicampeona, Nueva Zelanda y Sudáfrica que ya tienen un entorchado.
 Wilkinson hace todo lo necesario para ganar, un torneo con un excelente nivel defensivo, con una acertada conducción del juego en la línea y con unas precisión en la patada , un torneo perfecto, vamos, se ve coronado por  ese drop de leyenda frente a Australia en la prórroga, en el que Wilkinson pone patas arriba, no solo dos países, sino todo un planeta, y la historia reciente del rugby.
Aun hoy, nadie ha logrado, al margen de nuestro protagonista, liderar una selección del norte hasta la victoria en la copa del mundo de rugby.
Y es que aunque Havana o Lomu, hicieran historia con sus potentes carreras en la copa del mundo, ningún jugador ha liderado tan indiscutiblemente a un equipo como Wilkinson.
Desde entonces, una carrera de luces, en el campo, y sombras en las consultas de los médicos, los problemas físicos han lastrado una carrera, que pese a ello es de leyenda, y que incluye un subcampeonato del mundo en 2007, donde solo Sudáfrica les impidió revalidar el título.
91 partidos internacionales con la camisa blanca, 1179 puntos después para el quince de la rosa, Wilko nos dice adiós, y con él se va  el gran referente ingles de los últimos 10 años.