domingo, 13 de noviembre de 2011

Y Nueva Zelanda ganó su mundial

El rugby es un deporte raro, pero raro, raro, raro.

Tanto que requiere, cierta documentación, antes de poder disfrutarlo en plenitud, si nunca lo has practicado.
No son solo los golpes de castigo, ni la regla del fuera de juego, ni los avants, tampoco esa complicada puntuación que al igual que en el baloncesto, combina 3 tipos de anotaciones (2, 3, 5 puntos)
No es el tercer tiempo, es mucho más, es un fenómeno cultural que permite, que principalmente en antiguas colonias británicas, este deporte sea una religión, con una liturgia, probablemente incomparable.
Aunque el torneo de las 4 naciones, posteriormente 5, y actualmente 6, es el evento deportivo más antiguo del mundo a nivel internacional, la copa mundial de Rugby viene celebrándose, únicamente desde 1987.
 Los motivos se pueden encontrar en el hecho de que, fuera de Europa (donde Gales, Irlanda, Francia, Inglaterra y Escocia son países de fuerte tradición en el deporte oval) solo Sudáfrica (sancionada y marginada hasta 1994 por el Apartheid) Australia y Nueva Zelanda tenían tradicionalmente un potencial competitivo real.
Por detrás de ellas venían equipos con limitados recursos como Fiyi, Samoa o Tonga, y emergentes competidores que a día de hoy están en la elite, como Argentina, y en menor medida Italia.
Actualmente, Nueva Zelanda (1987, 2011) Australia (1991, 1999) Sudáfrica (1995,2007) e Inglaterra (2003) monopolizan el palmarés mundial.
El reciente título de Nueva Zelanda era esperado, los All Blacks siempre llegan como favoritos a los mundiales, apoyados en un físico y un ritmo de juego que destroza al más curtido de los rivales.
El quince de la camiseta negra, siempre se ha caracterizado por una delantera capaz de masacrar con continuas fases al equipo rival y una línea talentosa y que suele romper por potencia y creatividad a los tres cuartos (otra forma de llamar a los jugadores de la línea)  rivales.
Nueva Zelanda, debió sobreponerse a la nunca fácil responsabilidad de ser favorito y anfitrión a las numerosas lesiones que les deparó el torneo y a jugar la final con un rival incomodo, quizá el único equipo en este momento con talento suficiente para discutirle la posesión de tú a tú.
Francia, subcampeona sorprendió, la britanización del antaño maravilloso Rugby Champagne, es muy discutible, y la victoria ante Gales es tan polémica que incluso en Rugby se ha hablado del arbitraje (algo prohibido)
La duda que queda es, si Francia, renunciando a su esencia, ha llegado a la final. ¿Qué hubiera pasado si hubiesen ido los mejores a jugar como ellos saben?
Australia y Gales, completaron el grupo de semifinalistas, excelente noticia para el rugby mundial, son dos equipos jóvenes, Gales, un equipo que maravillo en los setenta, y que es el único que aguanta el ritmo a Francia e Inglaterra en el seis naciones en los últimos años, vio explotar un equipo joven, claro heredero de aquellos virtuosos del balón de los setenta. Australia, con una línea de ensueño, juega igual de alegre que los Dragones, y es igualmente joven su equipo, debe ganar peso en su delantera, para poder consolidar un dominio que le debe permitir poner en cuestión la hegemonía Neo Zelandesa en el torneo de las tres (próximamente 4) naciones.
Por ultimo Irlanda, despidió con cierta sensación de que se podía haber llegado más lejos a una de las mejores generaciones de su historia, O' Driscoll y O'Gara seguramente no volverán a competir en un mundial, y es triste que pese al  Grand Slam no se hayan llevado una clasificación para semifinales que habría sido histórica para el quince del trébol.
Inglaterra ha decepcionado, el comportamiento de sus jugadores ha sido más comentado fuera que dentro del terreno de juego, y Francia les ha superado jugando al estilo inglés. Mucha autocrítica queda por hacer en el quince de la rosa.
Argentina ha estado una vez más enorme, poniendo corazón como el que más y siendo con Francia el único equipo que ha hecho dudar a Nueva Zelanda, sus problemas físicos durante todo el torneo no han sido excusa, y el equipo ha sido cuartofinalista. Algo muy digno pese a que sepa a poco tras el tercer puesto de 2007.
En cuanto a Sudáfrica, venía como vigente campeona, pero ha demostrado que ha habido un bajón de nivel, su rugby, el más conservador del hemisferio sur, no ha podido superar los cuartos de final, donde una mucho más alegre y talentosa Australia ha expuesto sus carencias.
Ha sido un mundial interesante, con varios equipos apostando por el buen juego, pero , en mi opinión, algo debe cambiar, este deporte no se merece unos marcadores tan cortos como los que están produciendo.
El rugby siempre evoluciona, y debe darse un empujón al espectáculo, porque la final del mundial, ha sido un partido tenso, pero poco vistoso.

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