viernes, 18 de noviembre de 2011

¿Amistosos?

Vayamos 3 años atrás, España gana la Eurocopa, lo hace sorprendiendo con su juego y arrasando, pese a que los resultados en cuartos y la final parezcan decir lo contrario.
Se va Aragonés, padre del modelo, lo hereda Del Bosque.
Don Vicente tendrá que afrontar diferentes problemas, a saber:
1º) El excelente nivel de algunos jugadores, no durara eternamente, y se producirán bajones, eso siempre ha pasado, pero es más difícil cortar a un jugador que ha sido titular en una final de la Eurocopa.
2º) Por otra parte, la prensa y la afición siempre han deseado resultados, pero ahora, los van a exigir.
El seleccionador debe saber  que no ganar un mundial, habría sido una cruz, aunque perdiese en la final contra un equipo superior y respaldado por un arbitraje polémico, daría igual.

3º) La federación tiene un filón, hemos pasado de ser una selección contra la que nadie quería jugar, a ser la más mediática del mundo, además, ser campeones de Europa, nos da caché, todos quieren superarnos, y se emplean al límite en los amistosos... ¿El dinero obtenido por jugarlos, y los antiguos favores a devolver, son motivos suficientes como para arriesgarse un poco en estos encuentros?
4º) El más grave, en la Euro sorprendimos, nadie, salvo Italia, nos jugó con un sistema conservador, agresivo y de presión asfixiante en todo el campo, Rusia nos propuso una batalla a campo abierto, Alemania su clásico y noble intercambio de golpes (del que casi siempre salen ganadores)
Grecia si se cerró, pero llegamos a ese partido relajados, en cuanto a los suecos, tienen grandes talentos, pero sus futbolistas nunca han sido  perros de presa. Tras ganar la Euro todo el mundo nos ha mirado, y han aprendido como jugarnos, se acabó la buena vida.
Han pasado 3 años desde que Del Bosque cogió la selección, hemos ganado el mundial, y cualquiera diría que él no ha tenido nada que ver, hemos completado las fases de clasificación en las que nos ha dirigido con sobriedad, con victorias en campos difíciles.
 Hemos cumplido en la Copa Confederaciones, de la que nos echó un mal día ante Estados Unidos, cuya selección llegó hipermotivada a la cita.
El único ¿borrón? real de Del Bosque es que ha manejado el apretado calendario de amistosos, evitando lesiones, desgaste, y cumpliendo con lo acordado, los campeones del mundo juegan el partido, pero todos tienen la consigna de no volverse locos.
Puede que hayamos dilapidado crédito con las derrotas ante Portugal o Argentina, o con el empate contra Costa Rica, pero nadie lo recordara, si este año, hacemos una excelente  Eurocopa.

Estos amistosos los juega el campeón del mundo, con todo por perder, contra selecciones, que juegan en casa, relajadas sabiendo que si les caen 4, se podrá decir que son los campeones mundiales, que cuentan con cierta permisividad arbitral, y que saben que el primero en esconder la pierna será el jugador rival, que ha venido más a hacer caja que a otra cosa.
Para mí el debate no es, si estamos en decadencia (es cómico, oír esto viendo la paliza en futbol que le dimos a Inglaterra, por mucho que ellos ganasen el partido) sino si estos amistosos son un buen negocio.

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