El sábado, se jugó en Mestalla el Valencia Real Madrid, disfruté de un gran partido, y al terminar consideré el resultado justo.
Fue un partido tenso, entre dos equipos, que no tienen problemas en jugar con agresividad, que juegan verticales y que tienen a sus delanteros en estado de gracia.
A lo largo de estos días se ha hablado mucho del arbitraje y no he podido evitar sonreír, todos esos madridistas que se quejan de los arbitrajes contra el Barcelona, reprochan ahora a la afición Che que se comporté como ellos.
Todos esos cules que se burlan del madridismo por sus continuas referencias al comité de competición, ponen el grito en el cielo por una mano, que me recuerda en muchos aspectos a aquella famosa mano de Abidal frente al Inter (discutible, difícil de apreciar incluso con cámaras, decisiva)
Todos los aficionados valencianistas salen del campo disgustados con el arbitraje, si lo hubieran visto por la televisión, habrían comprobado que ni Tino Costa, ni Soldado ni Jordi Alba, deberían hablar muy alto, porqué ninguno mereció acabar el partido.
La cuestión es que en Mestalla el Real Madrid mostró oficio y el Valencia, ser un gran equipo capaz de poner en apuros a los chicos de Mou. Soldado estuvo enorme, y sino se perdiera tanto discutiendo con los árbitros sería mejor futbolista. Por el Madrid destacaría a un Xabi Alonso omnipresente, y a un Sergio Ramos, que se metió en algún charco pero que cada vez me gusta más de central.
MUY correcta la rueda de prensa de Emery, sin referencias al arbitraje y con un elogio al rival y al esfuerzo hecho por sus jugadores, si todos tomásemos ejemplo, este deporte resultaría bastante más agradable.
Pero siempre podemos coger el camino fácil, la culpa del árbitro, y así la presión sobre ellos sigue creciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario