Los jugadores (y sus condiciones)
En un torneo universitario en Madrid, un jugador del equipo de Oviedo pidió permiso al arbitro para ir a cagar durante el descanso, el árbitro muy correcto le respondió que podía hacer lo que le saliera de la polla durante el descanso.
En un partido Derecho Murcia Veterinarios de Madrid se prepara una mele, el talonador de Murcia no se encuentra muy allá.
En consecuencia cuando su medio mele introduce el balón en el agrupamiento, vomita sobre el oval, pese a todo logra talonarlo (patearlo hacia atrás con el talón) para que sus compañeros lo pongan en juego, el medio mele lo había visto todo, así que le dice a su 8 que lo saque él, el 8 retiene el balón entre sus pies, pero se niega a cogerlo, finalmente el equipo perdió la posesión.
Los chicos de Murcia jugaban un partido en Elche contra un equipo inglés, el campo estaba embarrado a mas no poder, y los jugadores de Murcia, tras toda una temporada con la carestía de medios habitual, jugaban con retales de camisetas.
El balón llega al zaguero, que comienza una carrera, le placa un rival, pero se le escurre, y únicamente le quita la bota.
La carrera continua, pero otro rival lo placa por la cintura, bajándole los pantalones.
La carrera continua, sin pantalones con una camiseta rota por todas partes y con un pie descalzo, la media se embarra y baja rápidamente quedándose por el camino, el ala intenta frenar al zaguero sujetándole por la camiseta, quedándose con ella en la mano.
Los chicos de Murcia, ya no pueden ni ir al apoyo, de la risa.
Finalmente cuando apenas tiene unos metros para llegar a la línea de ensayo, el zaguero rival intenta placarle, nuestro protagonista hace un contra pie, pero descalzo se resbala y cae de cara al suelo cometiendo avant.
Todos esperan que el arbitro pite algo, pero se dan cuenta que se ha quedado en medio campo doblado de la risa.
Un jugador de Alcobendas, entra al campo.
Tras apenas 3 minutos y entre ostensibles gestos de dolor, pide el cambio y sale cojeando “me duele muchísimo el pie” acierta a decir, le quitan la bota, y de ella sacan la llave de los tacos que se había dejado dentro.
El medio mele, es un jugador “pequeñito” que se tiene que hacer oír, dirigiendo al paquete de delantera, los jugadores mas grandes del quince de rugby, quizá por eso el entrenador del Cowper tras una extraña jugada le chillo a su medio mele “¿Tomas cocaína?” “No” respondió honesto nuestro protagonista “Pues deberías”
El medio mele del Minotauro sale con el balón jugado, un segunda del Palencia le sale al encuentro sin que el medio mele lo vea, y se planta en su trayectoria sin hacer el más mínimo ademán de placar.
Como consecuencia el medio mele choca contra su rival y queda boca arriba tirado en el suelo aturdido.
El zaguero se acerca a su medio mele que no deja de repetir “ay que ostia, ay que ostia” tras echarle un vistazo superficial pide asistencias gritando “Acebes, ven a echarle un vistazo a este, que esta mas tonto de lo normal”
Tras patear el balón el rival, un jugador salta para cogerlo totalmente solo, mientras el balón cae hacia él, el jugador se eleva lleno de confianza pero oye el run run de la grada “se le cae, se le cae” efectivamente, el balón se le cae, avant.
El jugador se excusa diciendo a sus compañeros “joder, me han convencido”
El Oviedo Rugby club tenia una importante colonia argentina, casi la mitad de los ¾ titulares eran albicelestes, y solo había 2 españoles titulares en aquella línea, uno de ellos especialmente moreno, tuvo una discusión con un rival que como argumento le aconsejo “vuélvete a tu país sudaca de mierda”
El ala del cowper en un partido de liga juvenil logro acercarse a la línea de marca del equipo rival.
Un contrario se lanzó sobre el intentando hacerle una descarada corbata, y al no alcanzarle le golpeo de manera muy poco deportiva en la cara, el golpe fue tan alevoso, que durante un segundo, el jugador dudo, si detenerse ante tal provocación, pero oyó a un compañero de tono característico y ceceante gritar “zigue, zigue” y decidió ensayar.
Cuando se levanto del suelo, se encontró con una estupenda tangana, dos compañeros suyos habían visto la agresión y mientras lo animaban a anotar un ensayo, habían comenzado a golpear al agresor y ya habia media docena de personas encaradas mientras el arbitro se planteaba que pitar.
Semifinales del campeonato de España cadete, Santboiana Liceo, el entrenador de uno de los equipos hace calentar a sus jugadores dentro del vestuario, dándose de golpes durante una hora, para salir al campo enloquecidos y con lagrimas en los ojos.
Finalmente dice “vamos para el campo” y un segunda algo despistado se pone al frente de la marcha, equivocando la puerta de salida con el acceso a las duchas, y resbalándose con otros cuatro compañeros al entrar. Al parecer se oían las carcajadas desde fuera.
Durante un Santander-Minotauro, el balón sale por línea de fondo y lo cogen unos niños, como en el rugby no suele haber recogepelotas, el zaguero de Minotauro sale corriendo tras los críos chillándoles “ a ver niños, el balón, que los reyes son los padres”
Los terceros tiempos (y sus consecuencias)
Uno de los mejores jugadores Españoles de la historia tras un partido, durante el tercer tiempo, en un bar ya conocido sale del baño con la taza del wc en las manos, el dueño del establecimiento le hace saber su opinión al respecto a lo que el internacional responde muy tranquilo “joder, no es para tanto”
Un equipo universitario asturiano acudió al torneo de 1997 de Clermont Ferrand, se puede decir sin temor a exagerar que todos los jugadores de aquel equipo fueron declarados personas non gratas en la ciudad, con especial mención para Kirby, el propietario del único chihuahua de 8 kgs (que se sepa)
En ese año, uno de los jugadores era un ala de Buffalo, Estados Unidos llamado Jeff.
La dinámica del torneo desde la llegada fue, salir, comer, beber, jugar salir, comer, beber, jugar. Hasta el punto de que los chavales del equipo asturiano solían llegar al camping a las ocho de la mañana dormir un rato y entrar a jugar de resaca a las 10 y media.
Al tercer día Jeff llega en estado comatoso a la tienda de campaña, tiene unas horribles ganas de ir al baño, pero con la borrachera pasa del tema y se mete en la tienda a dormir la moña.
Al día siguiente un francés asoma la cabeza por la tienda y conteniendo la risa comienza una perorata en la lengua de Descartes. Finalmente un jugador traduce a sus compañeros “Este francés dice que hay un enorme montículo de mierda en la puerta de la tienda sobre unos pantalones”
Jeff abre un ojo mira dentro del saco duda un segundo y acierta a decir “mierda”
Con la borrachera había salido de la tienda en un apretón pero aunque había podido salvar “la dignidad” los pantalones habían corrido peor suerte y decidió dejarlos allí para que se airearan.
EL buen yanki, paso el resto del torneo respondiendo a todo el que le llamaba "si, lo se, mierda"
Durante una época el Cowper tuvo un bar privado en el centro de Oviedo donde celebrar los terceros tiempos, estaba a apenas 100 metros de mcdonalls.
Un día que habían olvidado los modales y no tenían nada que ofrecer a los invitados durante el tercer tiempo, dos jugadores se acercaron al restaurante del payaso, y encargaron 120 hamburguesas de un euro para llevar.
El cowper acababa de cosechar una victoria en categoría regional, con una primera línea bastante joven, los dos pilieres, de apenas 21 años salieron de juerga tras el tercer tiempo, y se encontraron con un ex jugador (en categoría cadete) al que no dudaron en alzar en una touch, dentro de un bar, lamentablemente, el saltador era alto, los pilieres eficientes y el bar tenía un techo bajo, así que tras hacer un agujero en el mismo y la caída de un polvo blanquecino, los 3 amigos decidieron abandonar el establecimiento antes de que algún camarero se percatase de lo que había ocurrido.
Durante un torneo universitario femenino, en el tercer tiempo se celebra una touch, consistente en beberse una cerveza en vaso, cuando la terminas, das la vuelta al vaso poniéndotelo sobre la cabeza para demostrar que no quedo ni gota.
Al ver que iban a perder una jugadora catalana le dio la vuelta al vaso aun a medio vaciar sobre su cabeza al grito de “a nosotras no nos gana nadie”
Tras un desastroso torneo en el Seven de Luanco (Asturias) el Cowper quedo 9º clasificado (de 10 equipos) durante la ceremonia de entrega de la copa, se requería la presencia de un jugador de cada equipo, que recibía un sencillo recordatorio de la participación en el torneo, el speaker llamo al capitán del Cowper, y acudió un jugador en avanzado estado de embriaguez, que no dudo ni un segundo en arrebatarle el micro al speaker, y tras un hermoso discurso declarar “y sobre todo gracias a mis compañeros, porque sois como el sol, (levanto la mano señalando al este) Salís (señalo ahora al oeste) y os ponéis.
Durante un torneo celebrado en Marbella, dos jugadores del CAR descansaban tirados en el césped de un campo de golf cercano, esperando a que el equipo femenino terminase su partido.
En estas apareció un trabajador del campo de golf, que comenzó a acusarles de usufructuar (queda mucho mas elegante así) las pelotas de golf.
Tras una acalorada discusión lograron convencer al señor en cuestión de que ellos no tenían nada que ver con aquello cuando a lo lejos, a la espalda del trabajador, una pelota callo cerca de un arbusto, de este emergió una cabeza, y un tercer jugador del CAR salió corriendo del mismo para recoger la pelota y esconderse de nuevo en el arbusto sin ser visto. El jugador en cuestión pesaba sus 110 kilos…
Lamentablemente, si había sido visto por los propietarios de la pelota, un grupo de guiris de unos sesenta años, 3 hombres y una mujer, los hombres, se echaron a reír ante la escena, pero la mujer, comenzó a perseguir palo de golf en mano al ladrón, que llego hasta sus compañeros con 40 pelotas de golf en su poder.
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